martes, 7 de julio de 2015
Musica
Música, movimiento organizado de sonidos a través de un espacio de tiempo. La música desempeña un papel importante en todas las sociedades y existe en una gran cantidad de estilos, característicos de diferentes regiones geográficas o épocas históricas.
LINEA DE TIEMPO
LA MUSICA COMO SISTEMA CULTURAL
La música tiene diferentes funciones, y en
algunas sociedades ciertos sucesos serían inconcebibles sin ella. Un estudio
correcto de la música debería contemplar no sólo el sonido musical en sí mismo,
sino también los conceptos que llevan a su existencia, con sus formas y
funciones particulares en cada cultura y con la conducta humana que lo
produce.
De manera algo similar al lenguaje, se dice que
cada sociedad posee una música —es decir, un sistema autocontenido dentro del
cual tiene lugar la comunicación musical y que, al igual que el lenguaje, debe
aprenderse para poder ser comprendido—. Los miembros de algunas sociedades
participan en varias músicas; por ejemplo, los pueblos indígenas americanos
modernos toman parte tanto de su música tradicional como de la música occidental
en general.
Dentro de cada música pueden coexistir
diferentes estratos, que se distinguen por el grado de aprendizaje (músicos
profesionales frente a aficionados), el nivel social (la música de una elite
frente a la de las masas), el mecenazgo y la manera de difundirla (oralmente,
por notación o a través de los medios de comunicación). En Occidente y en
ciertas culturas de Asia, es posible distinguir tres estratos básicos. El
primero lo forma la música artística o clásica, compuesta e interpretada por
profesionales y que en sus orígenes estaba bajo los auspicios del mecenazgo de
cortes y establecimientos religiosos; el segundo, la música
folclórica que comparten los pueblos —especialmente en su componente
rural— y que se transmite de forma oral; y el tercero, la música
popular, interpretada por profesionales, difundida por la radio, la
televisión, los discos, las películas y la imprenta, y consumida por el público
urbano masivo.
Salsa
Salsa, estilo de música
moderna surgido de la mezcla entre diversos sonidos y ritmos de
Latinoamérica. La salsa tiene su raíz en el son
cubano, que al mezclarse con la rumba de los esclavos negros y el
danzón importado por franceses e ingleses, dio como resultado un
nuevo tipo de música. Más tarde fue absorbiendo características de otros géneros
musicales latinoamericanos, al exportarse a países como República Dominicana,
Colombia, Puerto Rico, México y, en la década de 1930, Estados Unidos, donde
recibió la influencia del jazz. Nueva York fue la
ciudad donde más se desarrolló la nueva música y donde más adelante, en la
década de 1960, se acuñaría el término ‘salsa’. Actualmente se trata de un
estilo poco definido, habiendo pasado a usarse el género de forma extensiva para
referirse prácticamente a toda música de baile de origen latino, como la rumba,
el mambo, el cha-cha-cha, la cumbia o el
merengue, entre otros, y a las diversas mezclas entre ellas y con
otros estilos.
Al tratarse de una música sincopada y muy rítmica, se da
en la misma un gran predominio de los instrumentos de percusión,
como los timbales, las congas y las claves, además de la voz, el
piano y las secciones de instrumentos de viento
(metales y saxos). En cuanto a las letras de las canciones, abundan los temas
románticos y costumbristas. El baile característico de la salsa se compone de
seis pasos ejecutados sobre un compás de ocho tiempos.
Uno de los pioneros de este tipo de música fue, durante
las décadas de 1940 y 1950, el cubano Arsenio Rodrigues, virtuoso del tres (un
tipo de guitarra cubana). A partir de 1960 fueron el intérprete de timbales y
director de orquesta Tito Puente y la cantante Celia
Cruz los principales representantes del género. La década de 1970 fue la
de mayor difusión comercial de la salsa, con músicos que llegaron a un público
de masas con un sonido más comercial, muy influido por los dictámenes del
mercado estadounidense. Destacaron nombres como los del dominicano Johnny
Pacheco, los estadounidenses Willie Colón y Ray Barreto y el
portorriqueño Cheo Feliciano, entre otros. En la década de 1980, la salsa perdió
algo de popularidad, pero siguieron teniendo éxito intérpretes como Lalo
Rodríguez, Eddie Santiago y Gilberto Santa Rosa, todos ellos portorriqueños. En
1987, apareció la primera grabación del cantante y guitarrista dominicano
Juan Luis Guerra, estrella del merengue que ha cosechado una gran
popularidad en todo el mundo. En los últimos años se han seguido llevando a cabo
experimentos de todo tipo con esta música tan abierta a otros estilos, habiendo
llegado incluso a fusionarse con el rock o el rap.
Pop
Pop, estilo de música que
ha dominado las listas de ventas desde su aparición, a principios de la década
de 1960, y que ha recibido etiquetas de toda clase, dada su extrema facilidad
para adoptar influencias ajenas. Las canciones pop se basan en la repetición de
melodías en torno a una construcción clásica de estrofa, estribillo, estrofa,
estribillo, puente y estribillo.
Aunque sus orígenes se remontan al siglo XIX, no fue hasta
el XX, con la creación de la industria discográfica, cuando se convirtió, como
otros géneros, en una realidad de consumo para una audiencia planetaria,
desarrollando todo su potencial.
Influido en sus orígenes por el rock y el
doo-wop, la música pop se ha basado siempre en la composición y la
producción, y no en la actitud o el sentimiento propios del rock and roll y del
blues, dando lugar a la llamada ‘cultura del single’, grabaciones
únicas que se alternan en las listas de éxitos. Durante la década de 1960 estuvo
representado por The Beatles, The Beach Boys, The
Everly Brothers o el productor Phil Spector.
Tras absorber la psicodelia de finales de esa década,
compositores como Burt Bacharach, The Carpenters, Gilbert O’Sullivan o el dúo
Simon and Garfunkel otorgaron al pop cierta profundidad y madurez, acercándose
así a un público más adulto.
Sin embargo, en la década de 1980 los creadores de pop
volvieron a centrarse en el público adolescente, persiguiendo el éxito continuo
con producciones en cierto grado artificiales, que ocupaban las listas de ventas
durante el tiempo justo para ser sustituidas por otras nuevas. El trío de
productores ingleses Stock, Aitken y Waterman fue el máximo valedor de esta
corriente, apadrinando a artistas como Rick Astley, Jason Donovan o Kylie
Minogue. En la siguiente década abundarían también los grupos de cantantes y
bailarines, como New Kids on The Block o Take That. Al mismo tiempo, el pop fue
durante esos años el vehículo para la creación de estrellas mediáticas como
Madonna o Michael Jackson, en consonancia con el
espíritu frívolo que caracterizó a la sociedad occidental durante esos
años.
Sólo los que supieron reinventarse consiguieron mantener
cierta relevancia en el show business durante los lustros siguientes. Con
la aparición a principios de la década de 1990 del grunge y la
música electrónica, el género pop propiamente dicho adquirió la condición de
reliquia, aunque (maquillado bajo producciones heterogéneas) sigue siendo el
punto de partida de muchos compositores actuales.
Rock clasico
Rock, término que agrupa de un modo general el
conjunto de corrientes musicales que surgieron a mediados del siglo XX en
Estados Unidos. Con los años ha perdido el marcado carácter anglosajón que tuvo
en sus orígenes para transformarse en un lenguaje universal, sometido a continuo
cambio.
Al surgir de un modo espectacular y
desarrollarse en principio como un fenómeno de masas que trastornó la vida y los
ideales de América, no puede considerarse como un movimiento musical en sentido
estricto. Sus raíces son tan plurales que sintetizan las principales ramas de la
llamada música popular estadounidense, sobre todo el blues, el
rhythm and blues, el gospel y el country
and western.
No obstante los evidentes vínculos que posee
con las más profundas esencias de la música de la comunidad afroamericana, el
rock es en realidad el resultado, tras una larga síntesis que se inicia con el
siglo, de la adaptación de estas fuentes a una concepción y una estética
“blanca”, lo que generó las primeras actitudes públicas de rechazo, algunas de
ellas muy conflictivas. Si el compositor y bluesman negro Muddy
Waters lo consideraba como 'un hijo del rhythm and blues al que llamaron
rock', numerosas organizaciones racistas estadounidenses afirmaban con desprecio
y energía, según sus panfletos y los abundantes testimonios de sus líderes de
entonces, que representaba la música que 'rebajaba al hombre blanco a la
categoría del negro'. La variante, en cualquier caso, de acuerdo con estas
interpretaciones, radicaría en el hecho de que la base del rock, el viejo blues,
estaba revisada, para mayor gloria de la raza blanca, a través de inyecciones de
ritmo tan pronto dulce, como de andanadas de sonido estridente, rápido y
energético.
Esta síntesis ligera de blues y rhythm and blues, como se la denominó
durante mucho tiempo, hallaría su ídolo fundacional a mediados de la década de
1950 en la figura de Elvis Presley, aun cuando desde la primera
grabación de blues registrada en la historia (“Crazy Blues”, un tema cantado en
1920 por Mammie Smith) hubieran pasado casi tres decenios.
Esta vía de ”desencuentro”, conforme con sus raíces negras, la seguirían
cantantes como Bessie Smith (la Emperatriz del Blues), Billie
Holiday, Little Richard y, ya en la esfera de la música de finales de la
década de 1960 cantada por mujeres blancas, Janis Joplin. Para
entonces, por los espasmódicos bailes que suscitaba en grandes masas de jóvenes
y sus ritmos trepidantes, el rock se había transformado en algo más que música,
era rock and roll, energía en estado puro.
ELVIS, EL ELEGIDO
La fortuna esperaba a Elvis Presley, nacido en
Tupelo, Mississippi, en enero de 1935. Pertenecía a una familia humilde del sur
de Estados Unidos (white trash, 'basura blanca' para los herederos de los
ideales esclavistas de la Confederación Sudista) que se estableció
en Memphis en 1948, pero en 1954 ya cantaba y grababa temas de Arthur Crudup y
Bill Monroe, oscilando entre el blues, el gospel y el country rural.
Por aquella época, el propósito de algunas
compañías discográficas, ante la decadencia del country (el año nuevo de 1953
fallecía Hank Williams), consistía en descubrir a cantantes que
expresaran 'sentimientos blancos' con fuerza, voces y corazones negros, y Elvis
resultó el artista elegido en una época en que ya gozaban de relativo crédito
solistas como Jerry Lee Lewis, Carl Perkins,
Johnny Cash, Roy Orbison y Chuck Berry.
Salvo Berry, apoyado por Muddy Waters y una discográfica independiente de
Chicago, los demás coincidirían en sus primeros trabajos al grabar en 1955 con
el sello Sun Records, y de ahí nació la primera leyenda de los cinco pioneros o,
en cualquier caso —en palabras de Jesús Ordovás—, de 'los cinco grandes
creadores del rock and roll'. Pero Elvis, gracias a su participación en diversos
espectáculos masivos de la ciudad de Nashville-Davidson a principios de 1956, de
clara significación country, pudo renunciar a su condición de héroe local que
goza del interés de una audiencia reducida pero fiel, y con habilidad,
apoyándose en su tema “Heartbreak Hotel”, atípico en el contexto donde lo
presenta, deslumbra, hipnotiza a masas de quinceañeras y se alza con un triunfo
que le catapulta en cuestión de pocos días al primer puesto de la lista de
éxitos de Estados Unidos.
Con “Heartbreak Hotel” estalla el fenómeno de
los teenagers (seguidores jóvenes de edades comprendidas entre los 13 y
los 19 años, cifras que en inglés concluyen en teen), que dará el
espaldarazo al joven y tímido cantante procedente de los más bajos estratos
sociales, reconvertido en escasas semanas en ídolo de multitudes de jóvenes que
ven personificado en él, hábil vocalista, diletante, bromista de gesticulación
agresiva y dado a las audacias sensuales en directo, al rebelde blanco que
alcanza el irrenunciable sueño americano: triunfar. En 1955 había fallecido en
accidente automovilístico James Dean, encarnación mítica y cinematográfica de la
juventud rebelde y sin causa. Elvis Presley tenía una causa, el rock, y
transmitía inconformismo, ansia de rebelión y juventud.
THE BEATLES
Desde principios de la década de 1960 el
factor más destacado en el panorama del rock estriba en lo que ha venido en
denominarse la “respuesta británica”, expresión que engloba las numerosas formas
en que los músicos ingleses asumieron las rutilantes novedades procedentes de
Estados Unidos.
La aparición de The Beatles en
1962, tras diversas intentonas previas para formar una banda estable,
estimuladas por el inquieto John Winston Lennon (tuvo nombres como The Quarrymen
o Johnny and the Moondogs, 1956-1959, Long John and the Silver Beatles, 1960,
Beat Brothers o The Cavern, 1961, y The Silver Beatles, 1962) a quien secundaban
de una forma regular Paul McCartney y George Harrison y con menor frecuencia el
bajista Stu Sutcliffe y el batería Pete Best, supuso el germen de la “revolución
británica del rock”. Estos jóvenes de Liverpool realizaron diversas giras por
Escocia y Alemania, y grabaciones como grupo de apoyo de figuras de segunda
categoría, hasta hallar en Brian Epstein al productor idóneo e idílico que
llevará su carrera al estrellato.
A partir de ese momento, guiados por Epstein,
con un nuevo y potente batería llamado Ringo Starr, graban en los dos años
siguientes más de 60 temas. El punto de partida es “Love me Do”, del que se
venden más de 10.000 copias. El paso siguiente será el cine, de la mano del
realizador Richard Lester (¡Qué noche la de aquel día!, 1964 y
¡Socorro!, 1965), en un tono muy distinto al que caracterizó la variable
y populista carrera de Elvis en este campo. Es a través de las películas y de la
denominada beatlemanía que recorre el mundo, que la suma de individualidades que
cristaliza en la banda se diversifica: Lennon actúa como líder conciso pero
agresivo tras su aspecto tímido e intelectual; Harrison es el inquieto del
conjunto, interesado por el country y el orientalismo; Ringo Starr es el
desenfadado, un juerguista que descarga su fuerza en el escenario; Paul
McCartney, atraído por el mercado discográfico —o quizá fascinado— no oculta su
interés por componer temas estándar, en consonancia con las demandas del público
adolescente, visibles en las listas comerciales. Son cuatro mundos muy distintos
que acabarán por tomar rumbos divergentes.
En 1964 Allen Ginsberg el poeta
de la generación Beat declarará que 'la conciencia universal de la
humanidad se encuentra ahora en Liverpool'. El éxito de los cuatro jóvenes
británicos trajeados de negro y con característico flequillo (nombrados en 1965
caballeros de la Orden del Imperio Británico) es absoluto y desborda a los
componentes de la banda. En 1966, una vez que el grupo ha triunfado en Estados
Unidos, actúan juntos por última vez en San Francisco y se despiden de los
escenarios. Tras una época de intensa dedicación a doctrinas orientales y sus
primeras experiencias con LSD (realizan en Revolver, 1966,
una versión musical del Libro de los muertos —“Tomorrow Never
Knows”— y publican su celebérrimo “Yellow Submarine”) en 1967 graban Sgt.
Pepper's Lonely Hearts Club Band, donde emplean música electrónica y cantan
letras emblemáticas, como “Lucy in the Sky with Diamonds”, la más famosa de sus
composiciones psicodélicas. Ese mismo año, la muerte de Epstein coincide con el
estallido de las diferencias intestinas de la banda, que emprende al cabo de un
año la aventura de la productora Apple, concebida para apoyar en diferentes
campos artísticos (cine, moda, música) la revolución pop de la que The Beatles
se sentían portadores privilegiados. Apple fue cerrada en 1969, anticipando dos
años la ruptura definitiva de los componentes de la banda, cuyos integrantes
emprendieron a partir de 1971 caminos en solitario, con distinta
fortuna.
THE ROLLING STONES
El ansia por imprimir un cambio radical a las
formas de vida, a través del rock and roll, quedó de manifiesto con la aparición
en escena de The Rolling Stones, nombre tomado de un tema de
Muddy Waters. Se presentaron en público el 12 de julio de 1962 en
el famoso local Marquee de Londres, cuando todavía sus componentes eran una
formación insegura. Representaban, entre los reducidos círculos en que se
desenvolvían en sus principios, la esperanza británica del rhythm and blues
anglosajón y blanco, y en poco tiempo lograron celebridad como réplica a la
beatlemanía.
No obstante, sería absurdo aceptar esta visión
de la historia del rock, pues según acreditados testimonios (entre ellos los de
un ayudante del mánager de The Beatles), los líderes de la banda, Keith Richards
y Mick Jagger, solicitaron en 1963, por la vía de la amistad, una composición a
sus directos rivales: el esbozo compuesto en un rato por McCartney y John Lennon
se convertiría, según los mismos testimonios, en el tema “I Wanna be Your Man”,
que algunos consideran el primer éxito de los Stones.
Los medios de comunicación británicos, sin
embargo, insistirían en esta confrontación, que al parecer se agudizaría a
finales de la década de 1960: todos los temas del álbum Aftermath (1966)
pertenecían a los miembros de la banda —a la sazón Richards, Jagger, Brian
Jones, William Wyman y Charles Robert Watts—, marcando un momento de asombrosa
madurez y personalidad propia. A partir del año siguiente se inicia la leyenda
negra de los Stones, con las detenciones de Jones, Jagger y Richards acusados de
posesión de estupefacientes. Un año después de editar Beggar's Banquet,
Jones abandona la banda: es junio de 1969 y al cabo de un mes se hallaría su
cadáver en la piscina de su residencia privada. En ese mismo año se producen
otros incidentes durante la gira que la banda emprende por Estados Unidos,
destacando la tragedia de Altamont (California) cuando mientras Jagger canta su
polémico tema “Sympathy for the Devil”, un miembro del servicio de seguridad del
concierto, perteneciente a la banda de motoristas Ángeles del Infierno, apuñala
a un espectador exaltado, que moriría a causa de las heridas.
El alejamiento de los Stones respecto al
público se prolongaría durante años, aun cuando no dejaran de editar discos: el
que daría fama mundial al diseño del emblema de la banda, realizado por
Andy Warhol a costa de los abultados labios de Jagger, Sticky
Fingers (1971). Otros álbumes fundamentales en la extensa discografía de la
banda, que ronda el medio centenar, serían: Exile on Main Street (1972),
Some Girls (1978) o Voodoo Lounge (1994).
Reggae
Reggae, estilo musical moderno jamaicano. Los orígenes del reggae pueden encontrarse en el mento, una mezcla del folclore africano con el jazz, el gospel y el calipso, que apareció en Jamaica durante la década de 1940. La influencia del rhythm and blues, que llegaba a la isla a través de las emisoras de radio de Estados Unidos, propició que los músicos jamaicanos experimentaran con tambores y con nuevos modelos de bajos. Este estilo evolucionado e inquieto, conocido en la década de 1960 como ska, está representado por artistas como Prince Buster and the Skatalites. Hacia 1966 el tempo se había suavizado hasta llegar al estilo rocksteady, que abrió el camino al reggae. La canción “Do The Reggay” de The Maytals (1968) supuso una de las primeras apariciones de esta palabra. El reggae invirtió los tradicionales modelos del rock, permitiendo que la guitarra mantuviera la tensión rítmica, con frecuentes acordes a contratiempo, mientras el bajo de guitarra interpretaba modelos melódicos. Jimmy Cliff fue la primera estrella internacional del reggae, debido en gran medida a su papel protagonista en la película The Harder They Come (Caiga quien caiga, 1973, de Perry Henzell) y a su banda sonora, que incluye una canción de Jimmy Cliff.
Bob Marley fue el cantante más prolífico de
la siguiente generación. Combinó melodías influidas por el soul con letras
contestatarias. Su música se inspira en el rastafarismo, mezcla de
misticismo bíblico y conciencia afrocaribeña. Marley trató de la liberación de
la opresión y la lucha por los derechos, al tiempo que abogaba por el uso de las
drogas (marihuana) como sacramento. Este credo se popularizó con el
disco Natty Dread (1975). En el momento de la muerte de Marley en 1981,
él y su grupo The Wailers eran conocidos en todo el mundo.
El sonido del reggae fue continuamente reinventado por
técnicos de sonido como Lee Perry y King Tubby. Utilizaron efectos de retardo y
eco para crear un sonido conocido como dub. Disc-jockeys como U Roy y I
Roy dieron a conocer grabaciones de un estilo denominado toasting. Grupos
como Culture and the Abyssinians utilizaron armonías sonoras en obras con
profundas meditaciones religiosas. Durante la década de 1980, el reggae se
propagó por artistas como Gregory Isaacs. El estilo raggamuffin o
ragga que aparece en el disco de Wayne Smith Under Me Sleng Teng
(1985) se caracteriza por utilizar una base electrónica. Intérpretes de otras
culturas como Eric Clapton, Paul Simon y The Police
han adoptado muchos elementos de la música reggae. En el mismo sentido, el grupo
inglés UB40 consiguió un gran éxito en 1988 con Red Red Wine.
lunes, 6 de julio de 2015
Blues
Género musical de origen estadounidense
en compás de ¹. Las
letras suelen estar ordenadas en estrofas de tres versos: una línea inicial, su
repetición y una tercera línea (AAB). La música del blues suele tener 12
compases y se compone de tres frases de cuatro compases cada una (una frase por
cada línea de texto). La disposición de acordes más típica para
dichas frases se basa en las notas de la escala: primera (I), cuarta (IV) y
quinta (V). Así, la frase primera se forma con I I I I, la segunda con IV IV I I
y la tercera con V V (o IV) I I. Cada frase del texblue notes. Las letras de
los blues suelen tratar sobre las penalidades de la vida y las vicisitudes del
amor. Los cantantes a menudo trabajaban junto a una banda de jazz o un
piano. En su adaptación para piano solista, el blues dio origen a la técnica de
interpretación del boogie-woogie, muy extendida en la década de
1930.
HISTORIA
HISTORIA
El blues tiene sus raíces en las canciones de los esclavos negros llevados a
Norteamérica. Se difundió en el sur de Estados Unidos a finales del siglo XIX.
Los blues 'arcaicos' o tipo 'country' difieren mucho en su forma lírica y
musical. Los cantantes generalmente se acompañaban con guitarra o armónica.
Entre los antiguos cantantes de este estilo estaban Blind Lemon Jefferson y
Leadbelly (Huddie Ledbetter). En 1912, con la publicación del
Memphis Blues de W. C. Handy, el blues hizo su entrada en el campo de la
música popular. Los blues 'urbanos' clásicos evolucionaron durante las décadas
de 1920 y de 1930 en las voces de Ma Rainey, Bessie Smith, entre
otras. Las formas líricas y musicales se uniformaron en gran medida. Los
cantantes a menudo trabajaban junto a una banda de jazz o un piano.
En su adaptación para piano solista, el blues dio origen a la técnica de
interpretación del boogie-woogie, muy extendida en la década de
1930.
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